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Seguro que los habéis visto en los estantes del supermercado, en la zona de las especias -nunca digáis especies, por favor-, pero, los condimentos para cocinar en bolsa, ¿funcionan? ¿Merece la pena comprar estos preparados para asar un pollo o unos trozos de carne?
Para comprobarlo, hemos probado uno de ellos con unas tajadas de pollo, -concretamente preparando una receta con muslos o jamoncitos– y vamos a comparar su precio con el de otros condimentos, o incluso con la posibilidad de preparar nosotros mismos los adobos, como cuando hicimos el adobo de hierbas provenzales casero para usar en el horno.
Os adelanto que estos condimentos o packs de especias con bolsa sí funcionan, pero que en mi opinión, no merecen la pena. Lo que sí me gusta es la técnica porque es cómoda, limpia y porque el pollo o la carne quedan muy ricos de punto aunque con un sabor o sazón ligeramente artificial.
He encontrado dos tipos de condimentos para este cometido. Por un lado los paquetes que incluyen una bolsa de hornear y los condimentos, y por otro, mezclas de especias ideales para condimentar determinados alimentos, a los que habría que añadir el coste de la bolsa de hornear.
En unos y otros, el sistema es prácticamente el mismo. Se trata de meter dentro de la bolsa de asar el ingrediente principal, una carne de ternera o cerdo o un pollo entero o troceado, añadir los condimentos -podéis ver lo que viene dentro del sobre en la foto-, cerrar la bolsa haciendo algún agujerito para que escape el vapor y ponerla sobre una fuente apta para el horno.
Seguidamente, horneamos a la temperatura indicada, -normalmente en torno a 190ºC durante una hora y media aproximadamente- y después abrimos la bolsa para gratinar y dorar un poco la piel dándole un aspecto más atractivo.
Por comodidad y limpieza, sí resultan prácticos estos condimentos para cocinar en bolsa, que funcionan a la perfección, en especial cuando no nos queremos complicar o no sabemos cómo aderezar un pollo u otra carne asada a nuestro gusto.
Por precio y calidad de sabor, creo que es mejor utilizar la técnica de asar en bolsa -que seguirá siendo limpia, práctica y cómoda y nos aportará una textura jugosa- pero utilizando nuestras propias mezclas de especias y de hierbas aromáticas para conseguir un sabor óptimo.
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Condimentos para cocinar en bolsa, ¿funcionan?
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Las costillas de cerdo se pueden preparar de mil y una formas, y prácticamente todas están deliciosas. Podemos asar este corte entero, separar las costillas, y hacerlas con muchas marinadas pero para mí, las North Carolina Ribs es la receta para hacer las costillas de cerdo perfectas.
Realmente, hay tres recetas que me gustan y me parecen infalibles para preparar las costillas al horno o BBQ Ribs. De hecho, uso una u otra de las tres dependiendo del tamaño de las costillas y de que quiera prepararlas enteras o separadas.
Para costillas grandes, me gusta hacer la receta de las BBQ Ribs al estilo New York, la receta de mi amigo Marco, que hace una doble cocción y quedan tiernísimas. Para costilla de tamaño mediano, prefiero la receta de costillas asadas al estilo de Luisiana, con especias cajún y cáscara de naranja. Y cuando tengo costillas pequeñas y sabrosas, esta es mi receta preferida, similar a las famosas costillas de cerdo de la cadena de restaurantes Tony Roma’s.
Todos los ingredientes son fáciles de conseguir a excepción del humo líquido que yo compro en tiendas de productos americanos aunque en el super ya he visto condimentos en polvo para dar sabor ahumado. También podéis utilizar aceite con sabor a humo y conseguiréis ese toque especial ahumado de la receta original.
En un cazo, pochamos la cebolla muy picada y cuando esté bien blandita, añadimos el resto de los ingredienes de la salsa, removiendo y dejando reducir durante unos 10 minutos. Una vez reducida la salsa, la trituramos con la batidora y untamos bien las costillas, dejando que marinen bien impregnadas durante al menos tres horas.
Pasado ese tiempo, extendemos un poco la salsa con una brocha para que queden bien cubiertas y las envolvemos en papel aluminio, cerrando bien el paquete. Yo prefiero hacer el costillar en dos paquetes para que sea más manejable.
Horneamos a 140º durante dos horas, sin moverlas ni abrir los paquetes hasta que pase ese tiempo. Tras esa cocción lenta a tan baja temperatura para ser un horneado, las costillas quedan realmente impresionantes, muy tiernas y llenas de sabor. Falta dar un toque de gratinador después de abrir el paquete de papel aluminio y listas para llevar a la mesa inmediatamente.
Tiempo de elaboración | Dos horas más el macerado
Dificultad | Muy fácil
La receta de las costillas de cerdo asadas al estilo North Carolina es una de las preferidas de mi familia. No dejéis de probarlas acompañadas de unas patatas fritas y de ensalada coleslaw casera. No os defraudarán.
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North Carolina Ribs, la receta para hacer las costillas de cerdo perfectas
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Pakus
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El calendario nos cuenta que el otoño ya ha llegado, pero la realidad es bien distinta. Los termómetros no permiten que nuestros hábitos en la cocina cambien en exceso. Los calores siguen siendo nuestros compañeros de ruta y, con ellos, los platos fríos y las ensaladas siguen presentes en nuestras cocinas y en nuestras publicaciones. Nuestro menú semanal es un buen reflejo de ello.
Deseamos que llegue el cambio con tantas ganas que nos atrevemos a llamar al otoño con platos de cuchara como los garbanzos con chorizo a la sidra y calabaza. Incluso nos animamos a encender el horno para preparar pollo al horno en bolsa de asar, pero parece que nuestra estrategia no está funcionando. Al menos por ahora.
Afortunadamente nos encanta la comida ligera y fresca así que seguimos disfrutando de ella mientras el tiempo lo permite. Lo hacemos con tartaletas rústicas de queso de cabra, cherry y jamón, una receta sana, cómoda y rápida de preparar, con rollitos vietnamitas fríos con salsa de cacahuetes y también con vichyssoise sin nata ni mantequilla. Estas dos últimas os contamos cómo hacerlas con y sin thermomix.
Las ensaladas, que no faltan en nuestro menú semanal, llegan de tres formas distintas, originales y sabrosas: ensalada de patata y cangrejo con aderezo Ranch, ensalada de quinoa con calabacín, aceitunas, jalapeños y linaza y ensalada de quinoa y queso feta al pesto. Cualquiera que sea nuestra elección, tendremos garantizado el aplauso a la hora de llevarla a la mesa.
Hemos dejado para el final de nuestras elaboraciones saladas de la semana pasada dos recetas que han tenido mucho éxito y que nosotros podríamos comer día si y día también. Los muslitos de pollo en salsa cremosa de vino blanco, para acompañar de mucho pan y no parar de mojar, y la pizza cinco queso, una receta infalible con la que sueñan hasta los ratones.
Llega la sobremesa y con ella el momento del café que, hoy, lo saboreamos en forma de crema catalana. Un postre perfecto para los muy cafeteros al igual que estas otras 19 recetas con café con las que humildemente homenajeamos a tan gran bebida y celebramos el Día Mundial del Café el pasado 29 de septiembre.
Para acompañar el café o el té, ya sea a la hora del desayuno, en la sobremesa o durante la merienda, os proponemos unas cookies sin mantequilla, que se comen sin remordimientos, y unos jugosos muffins de chocolate y plátano, una deliciosa receta vegana que atesorar y repetir a menudo.
Llega la hora del postre y lo hace con una crema de arroz con leche al estilo Casa Gerardo. Quienes adoran el tradicional arroz con leche, encontrarán en esta versión un bocado celestial. Por último, despedimos el menú semanal con el exotismo del anko o pasta dulce de judías rojas azuki, un relleno tradicional de la repostería japonesa que pronto veremos como ingrediente de futuras publicaciones.
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Llamando al otoño, homenajeando al café y más en el menú semanal del 26 de septiembre al 2 de octubre
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Carmen Tía Alia
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En casa somos muy aficionados a las cenas informales. Yo las agradezco sobremanera pues llego al final del día cansada y busco recetas sin complicaciones. Esta semana hemos probado por primera vez unos panes de pita planos libaneses y los hemos convertido en unas falsas pizzas de berenjena, queso de cabra, uvas y miel de ajo negro que nos han gustado a todos.
Las hemos disfrutado a la hora de la cena, pero estas falsas pizzas de berenjena, queso de cabra, uvas y miel de ajo negro se pueden servir como entrante de una comida o aperitivo. Las bases son tan finas que quedan crujientes y es una delicia que se rompan en la boca. El topping se puede variar aumentando las cantidades de los ingredientes o, incluso, usando otros diferentes. Al gusto.
Laminamos la berenjena en 24 discos finos y los espolvoreamos con sal. Dejamos que la berenjena sude durante una hora antes de secarla con papel absorbente. Pincelamos cada disco de berenjena con aceite de oliva virgen extra y los colocamos sobre la plancha caliente, con la cara engrasada en la parte inferior.
Marcamos los discos de berenjena a fuego medio hasta que comiencen a dorarse. Los pincelamos con aceite de oliva virgen extra de nuevo y los volteamos. Marcamos la cara opuesta durante unos minutos más. Mientras tanto, repartimos la salsa de tomate entre los cuatro panes de pita y la extendemos bien por toda la superficie.
Cortamos el queso de cabra en discos y los discos en pequeños trozos. Cortamos las uvas por la mitad. Cubrimos los panes con los discos de berenjena, repartimos el queso y las uvas entre ellos. Los cocemos al horno durante 5 minutos a 180 ºC. Mezclamos la miel y el vinagre balsámico y con ello regamos cada falsa pizza antes de servirla.
Tiempo de elaboración | 30 minutos
Dificultad | Muy fácil
Cuando no hay tiempo ni ganas de meterse en la cocina, viene genial tener recetas como esta a mano. Esta falsa pizza de berenjena, queso de cabra, uvas y miel de ajo negro es una solución estupenda para las cenas de diario que se puede completar con una ensalada de hojas verdes para hacerla más nutritiva.
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