La gula como segundo pecado capital, y como consumo derrochador de recursos. El acto de ingesta se resignifica al verse negado por la expulsión de lo que debiese ser ingerido como alimento, es decir, para nutrir, en cambio, en la gula éste propósito es anulado y por lo tanto el alimento rechazado. El dinero como recurso se presenta en un primer billete de $200 y un segundo de $500, el primero es mordido/ingerido dos veces (haciendo referencia a la gula como segundo pecado capital), y el segundo cinco veces (completando la cantidad de siete pecados capitales). En cada ejecución de morder/ingerir, el audio (extraido de una compilación de “Música para tu restaurante Italiano”) se invierte, refiriendose de nuevo al ciclo de ingerir/rechazar, por el mismo principio de negar el nutriente mediante la gula.
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