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Senhora dos Afogados
Texto: Nelson Rodrigues
Direção: Ana Kfouri
Encenação realizada em 2010.
Temporada no Restaurante Albamar (Praça XV, Rio de Janeiro, RJ), de outubro de 2010 a janeiro de 2011
Sinopse:
A família Drummond é assombrada pela morte de duas filhas por afogamento. Além disso, o assassinato de uma prostituta há 19 anos é atribuído a Misael, o chefe da família.
La masa madre natural en un fermento compuesto de harina y agua que no contiene ningún tipo de levadura añadida. En la propia harina hay multitud de levaduras y bacterias que provocan la fermentación de las masas de manera espontánea. Esta forma de fermentación, tan antigua como los panes que con ella se elaboran, aporta un sabor y aroma especiales a las masas y ayuda a controlar su acidez.
Al contrario de lo que podamos pensar sobre la masa madre natural, su elaboración es sencilla, al igual que su conservación. Cualquiera, con un mínimo de interés, puede prepararla sin esfuerzo ni conocimientos específicos. Lo único que se necesita es paciencia, ya que el proceso es lento, y un poco de atención semanal, ya que hay que “alimentarla” para que no se eche a perder y dure toda la vida.
Hay muchas formas de lograr masa madre natural, tantae la elaboren. Todas conllevan la mezcla de harina y agua, un entorno equilibrado en el que las levaduras y bacterias propias de la harina se desarrollan y conviven cómodamente. El proceso de elaboración de masa madre dura cinco días. Pero no os asusteis, porque el tiempo diario que nosotros hemos de dedicarle es de pocos minutos.
Consideraciones:
Sobre la harina. Podemos emplear harina de cualquier cereal, ya sea trigo, centeno, avena, etc. Pero es necesario que sea integral ya que las levaduras viven, principalmente, en la cáscara de los cereales y esta no la contienen las harinas refinadas.
Sobre el agua. El agua del grifo contiene cloro, lo que, en principio, puede ser negativo para el proceso. Esto no quiere decir que no la podamos utilizar, todo lo contrario. Tan sólo debemos tener la precaución de dejarla reposar durante, al menos, una hora antes de utilizarla. No obstante, si lo preferimos, podemos utilizar agua mineral. En cualquier caso, el agua ha de estar a temperatura ambiente.
Sobre el recipiente. Es importante que esté bien limpio, que sea más alto que ancho y amplio, ya que necesitamos espacio para que nuestra masa madre se desarrolle. Puede ser de plástico o de cristal, cualquiera de los dos materiales es perfectamente válido.
Sobre las cantidades de harina y de agua. Mezclamos la misma cantidad de agua que de harina, en volumen. Es decir, tomamos medio vaso de harina integral y lo echamos en el recipiente. A continuación, tomamos medio vaso de agua y regamos con ella la harina. Removemos hasta obtener una mezcla homogénea.
Sobre el reposo. Tapamos el recipiente con un trapo limpio, papel de cocina, etc y lo dejamos reposar a temperatura ambiente durante 24 horas. Lo ideal es encontrar un lugar tibio, a 20-22ºC, para que las levaduras y bacterias se desarrollen a la velocidad adecuada.
Puede que no se note diferencia alguna con el aspecto de la masa del día anterior, esto es perfectamente normal así que no hay que preocuparse. Añadimos medio vaso de harina de fuerza, medio vaso de agua y una cucharadita de azúcar. Removemos hasta integrar todos los ingredientes y dejamos reposar, en iguales condiciones a las anteriores, durante 24 horas más.
Después de dos días de fermentación, el aspecto de la masa es diferente. Se aprecian burbujas en la superficie, ha aumentado en volumen y tiene un olor ligeramente acre, que no desagradable. Esta es buena señal y nos indica que la masa madre ha empezado a activarse. Añadimos medio vaso de harina de fuerza y medio vaso de agua. Removemos hasta integrar todos los ingredientes y dejamos reposar, en iguales condiciones a las anteriores, durante 24 horas más.
El aspecto de la masa madre cambia ligeramente, aunque continúa mostrando pequeñas burbujas en su superficie. Se ha formado un poco de líquido marrón en la superficie que debemos retirar con cuidado, utilizando una cuchara o similar, y desechar. Este líquido marrón es agua con algunos azúcares procedentes de los cereales fermentando. No debe preocuparnos en absoluto.
La masa madre está en marcha. Ahora sólo queda espesarla un poco, para ello añadimos medio vaso de harina de fuerza. Removemos hasta integrar todos los ingredientes y, nuevamente, dejamos reposar, en iguales condiciones a las anteriores, durante las últimas 24 horas.
El aspecto es cremoso, con burbujas en la superficie y un ligero olor ácido. A partir de este momento, podemos comenzar a usar nuestra masa madre en la elaboración de todo tipo de panes, pizzas, bollería, etc.
Si vamos a utilizar la masa madre todos los días, no hace falta conservarla en la nevera, con dejarla a temperatura ambiente es suficiente. Pero es más que probable que no sea el caso, a no ser que tengamos mucho tiempo al día que dedicar a la cocina.
Si sólo la vamos a utilizar cada varios días, entonces debemos guardarla en frío y tapada. Después, el día que la vayamos a usar, deberemos de sacarla de la nevera con antelación y atemperarla, para despertar a las levaduras y bacterias que, estarán adormecidas por efecto del frío.
Cuando utilicemos parte de la masa madre para alguna de nuestras elaboraciones, deberemos añadir harina de fuerza y agua en partes iguales para restituir su volumen inicial, remover y dejar a temperatura ambiente unas horas. Cuando veamos que la masa madre se reactiva, podremos tapar el recipiente y meterlo de nuevo en la nevera.
Si no utilizamos la masa madre durante una semana, conviene alimentarla para que no se nos eche a perder. Para ello, retiramos y desechamos una porción (como si la fuéramos a utilizar para alguna elaboración) y añadir harina de fuerza y agua a partes iguales.
Con esta dinámica, conseguiremos manterner nuestra masa madre viva mucho tiempo, durante el cual irá adquiriendo fuerza. El esfuerzo de elaboración y conservación de masa madre es mínimo y, como mencionaba al comienzo de esta entrada, tan sólo se necesita paciencia y estar al tanto de alimentarla (en caso de no utilzarla semanalmente) para mantenerla activa.
Imágenes I Arbyreed y Marta Miranda en Flickr
En Directo al Paladar I Receta de pan de pipas y masa madre
En Directo al Paladar I Receta de pizza rústica con centeno
Receta de pan de pipas y masa madre
Receta de pizza rústica con centeno
Receta de donuts rellenos de mermelada con masa madre
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La noticia Masa madre natural: ¿qué es, cómo se elabora y cómo se conserva? fue publicada originalmente en Directo al Paladar por Carmen Tía Alia .
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Hace años, los únicos donuts que conocíamos en España eran los agujereados, tipo rosquilla, con glaseado de azúcar o de chocolate. Poco a poco, fueron entrando nuevas formas y sabores hasta alcanzar la oferta de la que podemos disfrutar en la actualidad. Múltiples opciones de formas, toppings y rellenos. De todas ellas, mi favorita son los donuts rellenos de mermelada.
Elaborarlos con masa madre los hace más sabrosos, si cabe, y permite que aguanten más tiempo tiernos. Aunque, con lo deliciosos que son, es implanteable que sobre ninguno, por lo que no hay que preocuparse de cómo conservarlos. No obstante, si esto ocurriera, los podemos guardar dentro de una bolsa de plástico y en la nevera hasta un máximo de 24 horas.
Para la masa: 350 g de harina de fuerza, 65 g de masa madre (al 100% de hidratación), 50 g de azúcar (más extra para rebozar), 8 g de sal, 6 g de levadura fresca, 2 huevos "L", ralladura de medio limón, 60 g de agua tibia, 100 g de mantequilla y aceite de girasol
Para el relleno: 200 g de mermelada y 2 hojas de gelatina
Empezamos por la elaboración de la masa. Para ello, podemos utilizar un robot de cocina, colocar todos los ingredientes, excepto la mantequilla, en su vaso y programar el amasado durante cinco minutos. Es importante sacar todos los ingredientes de la nevera con antelación, para que se atemperen y la masa pueda fermentar sin esfuerzo. Si optamos por realizar el proceso a mano, inicialmente mezclamos los ingredientes en un cuenco y terminamos el amasado sobre una superficie limpia.
Una vez finalizado el tiempo de amasado, incorporamos la mantequilla. Esto lo haremos en pequeños trozos, amasando y esperando a que se integren en la masa antes de añadir más mantequilla. Notaremos cómo la masa va cambiando de textura, volviéndose cada vez más suave y elástica.
Engrasamos un recipiente con mantequilla, vertemos la masa en su interior, espolvoreamos con una pizca de harina y cubrimos con un trapo. Dejamos fermentar la masa en un sitio protegido de corrientes de aire y cambios de temperatura, preferiblemente a 22-24ºC.
Cuando la masa haya doblado su volumen, la amasamos de nuevo para desgasificar. La dividimos en porciones de 60 gramos, un total de 12, y las boleamos. Espolvoreamos con harina dos bandejas de horno y colocamos seis sobre cada una de ellas, separadas entre sí. Cubrimos las bandejas con dos paños y dejamos fermentar de nuevo hasta que las bolas doblen su tamaño.
Mientras fermenta la masa, preparamos el relleno. Para ello, llenamos un cuenco con agua fría e hidratamos en ella las hojas de gelatina durante cinco minutos. En un pequeño cazo, calentamos la mermelada. Cuando comience a hervir, lo retiramos del fuego y agregamos las hojas de gelatina escurridas. Removemos hasta integrar y dejamos atemperar. Rellenamos una manga pastelera, con una boquilla para rellenar, y reservamos.
Una vez que la masa haya fermentado por segunda vez, la freímos. En una sartén honda, calentamos abundante aceite a una temperatura de 175-180ºC. Cogemos cada bola con sumo cuidado, procurando no manipularlas en exceso para no desgasificarlas, y las freímos durante 1-2 minutos por cada lado. Al retirarlas del aceite, las colocamos sobre papel absorbente para escurrir el exceso de grasa.
Cuando los donuts estén bien fríos, y no antes, los pasamos por azúcar y procedemos a rellenarlos. Clavamos la boquilla de la manga pastelera en la línea blanca que divide cada donut y presionamos al tiempo que deslizamos la boquilla hacia el exterior.
Tiempo de elaboración I 3 horas y media
Dificultad I Media
Estos donuts rellenos de mermelada con masa madre harán las delicias de los más golosos. Lo mejor es consumirlos frescos y en buena compañía, acompañados de un buen vaso de leche a la hora de la merienda. Podemos sustituir el relleno de mermelada por crema pastelera, de chocolate, de toffee o prescindir de él. Estarán igualmente deliciosos.
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La noticia Receta de donuts rellenos de mermelada con masa madre fue publicada originalmente en Directo al Paladar por Carmen Tía Alia .
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